domingo, 15 de mayo de 2011

No seáis máquinas, según Charlie Chaplin


Hace poco pude disfrutar de una película verdaderamente genial, una obra maestra. Hablo de "El Gran Dictador" dirigida y protagonizada por el genial y mítico Charlie Chaplin. 
En ella, Chaplin interpretaba el papel del cruel y tiránico Astolfo Hynkel, parodia de Hitler, y el de un humilde y bondadoso barbero judío. Al ser confundido con el dictador, el barbero debe pronunciar un discurso ante miles de personas. Y con ojos asustados, y semblante preocupado, el pobre barbero judío comienza a dar un discurso, el más memorable de la historia del cine, un himno pacifista que sería capaz de rivalizar con la mismísima Joan Baez. Es un discurso precioso, vivo, emocionante, indescriptible, y si me permitís el dato, me dieron ganas de soltar alguna que otra lágrima. 
Una de las frases más emotivas es la siguiente:
Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.
Cuando acabó el discurso, aplaudí. Porque en este momento de mi vida, en el que me siento solo, en el que sólo veo peleas por doquier, algún mensaje de ánimo me viene muy pero que muy bien. Aunque sea de Charlie Chaplin.




Canción XIX: Bob Dylan: Blowin´in the wind